lunes, 9 de marzo de 2009

EL MUNDO EN LA IGLESIA

“Di ahora a la casa rebelde: ¿No habéis entendido lo que significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó a tu rey y a sus príncipes, y los llevó consigo a Babilonia…..” Ezequiel 17:12.

A Babilonia siempre se la denomina “la gran ciudad” (Ap. 16:19) por sus logros de grandeza, éxito, poder, seducción, derroche de riqueza y por su gente famosa.  

Babilonia representa la cima del mundo, el reconocimiento, la fama, los honores, las posesiones; también la glorificación de la belleza, el talento, la sabiduría humana, la fuerza, y la competencia; es el sueño americano en toda su expresión.

Babilonia también representa la búsqueda incesante de la comodidad, el confort y los placeres; el entretenimiento y la diversión como recompensa por el esfuerzo y los logros obtenidos (Ap. 18:7).

Por mucho tiempo la iglesia estuvo apartada de Babilonia, viviendo solo para servir y agradar a su Señor, disfrutando de su comunión y de una genuina vida espiritual, aunque por eso era rechazada y menospreciada por el mundo (Juan 15: 18-19).

Pero, sucedió que Babilonia  creció a pasos de gigante, mientras que la iglesia quedó aislada como un pequeño remanente y la presión fue aumentando hasta hacerse insoportable ¡Alguien debía hacer algo! (1Samuel 8:19-20).

¿Por qué vivir siempre separados, si hay cosas del mundo que no son malas y hasta pueden servir a la iglesia? Si la separación no fuese tan radical las personas podrían acercarse más fácilmente a Cristo.

Con este pensamiento golpeando constantemente el corazón de los siervos de Dios, acentuado por la decepción de sus hijos, el espíritu de Babilonia fue entrando gradualmente en la iglesia.

LA IGLESIA SE CANSO DE SER PISOTEADA POR EL MUNDO

Entonces se produjo el cambio: “La separación, la humildad y la mansedumbre, no producen grandes resultados en el crecimiento de la iglesia, no aumentan los miembros, ni mejoran las finanzas”.

“¿Cómo podemos ganar al mundo, si este nos rechaza? ¿Cómo podemos atraer a la gente si no tenemos edificios grandes, equipados con toda la tecnología y el confort requeridos?”.

“También nuestros pastores deben ser tan influyentes y atractivos, como los líderes del mundo, deben competir con ellos en capacidad, inteligencia, elegancia y recursos (1Samuel 8:20)…y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará…”.

“Los mensajes también deben adaptarse a la necesidad de la gente. Ya no predicar solo de arrepentimiento, de la cruz, de la santidad y del cielo. Preparemos mensajes sobre motivación, éxito en los negocios, sobre como disfrutar de la vida y de todas las bendiciones de Dios”.

“La iglesia debe salir del anonimato y conquistar las multitudes, debe crecer en influencia, riquezas, bienes, fama y poder. Debe desarrollar su propia cultura, su propia música, su estilo de vida y atraer también a gente exitosa y rica”.

“Tenemos un Dios Grande, debemos pensar en cosas grandes, es tiempo de que el mundo se postre ante Jesús y reconozca que Él es el Rey de reyes y Señor de Señores ¡Hagámonos un nombre!”.

Todo esto aparenta bueno y a su modo ha desatado un gran impacto evangelistico. Pero fue mucho más allá,  porque ahora el mundo no solo ha entrado en la iglesia, sino que la ha impregnado de su espíritu.

Ahora la cizaña está creciendo junto con el trigo, tanto que ya no hay posibilidad de una separación sin crear una gran confusión y un daño tal vez permanente a muchos que han conocido al Señor solo bajo esta espléndida estructura.

HAY UNA IGLESIA COMPITIENDO CON EL MUNDO

Vemos hoy a una iglesia empeñada en competir para demostrar que es la mejor institución de la tierra en mejorar a la gente. En la formación de líderes, en el desarrollo de estrategias motivacionales y creativas para ministerios y para empresas; en mejorar la calidad de vida física, mental y emocional.

Sin embargo, el propósito de la iglesia nunca fue mejorar la condición o calidad de vida de sus miembros, para que vivan mejor en este mundo, atándolos a su estructura y beneficios. Estamos crucificados con Cristo y solo de él viene todo nuestro sustento y beneficios (1Juan 2:15-16).

También la iglesia está compitiendo para levantar a los mejores músicos, artistas, y hasta deportistas. Hay pastores de gran éxito en especialidades como sanidad, profecías, consejería matrimonial y familiar, muchos son estrategas en crecimiento de miembros y finanzas.

Hay líderes especializados en ministrar a empresarios, políticos, estrellas de cine y televisión, celebridades del deporte, etc. La iglesia puede hoy sentirse orgullosa porque algunos de sus líderes han llegado a la cima del mundo “predicando” este evangelio.

Luego de tener “rey” es evidente que la iglesia ha crecido en números y en finanzas, así como en influencia y poder en el mundo. Ser evangélico hoy ya no es un estigma, ya no hay temor de ser perseguido ni rechazado. Ser evangélico es ser normal, como la sociedad espera.

La premisa es: “Somos hijos del Rey, debemos tener lo mejor, debemos competir y llegar a ser los mejores en todo, para dar un gran testimonio de Cristo”.

“A Dios solo le agrada la excelencia, por eso la iglesia debe ser diez veces mejor que el mundo”.

“Solo demostrándoles que somos mejores vamos a ganarlos para Jesús, porque: ¿quién querría escuchar a un perdedor, a un mediocre, a un pobre, a alguien que no ha sobresalido o triunfado en algo en su vida?”. 

El tiempo de “esplendor” que vive hoy la iglesia podría ser la respuesta a tantos años de oración por el tan esperado despertar espiritual, de ver templos llenos de gente por la presencia de la gloria de Dios.

Pero ¿estamos viendo hoy la gloria de Dios en las grandes reuniones de avivamiento? ¿O, lo que vemos es solo la manifestación de los dones del Espíritu Santo en los grandes ministros de nuestro tiempo? (Mateo 7:22-23).

LA MANIFESTACION DE LA GLORIA DEL HOMBRE EN LA IGLESIA

Cientos de cristianos son ministrados cada semana en muchas iglesias con mensajes de autoayuda y auto superación en diferentes áreas que pueden abarcar, la autoestima,  el matrimonio, la familia, el trabajo, las finanzas, las relaciones con los demás, etc.

Es decir, que oímos por ejemplo un mensaje sobre como derrotar a nuestros gigantes, donde se usa como texto principal la historia de David y Goliat. Sabemos que fue Dios quien venció por David al gigante, sin embargo muchas veces un predicador enseña sobre los pasos o las estrategias que usó David para vencer.

Quiero decir, que muchas veces, salimos de un culto con la idea de que nosotros podemos vencer a nuestros gigantes, con “nuestra propia capacidad” más la ayuda de Dios. Así como lo hizo David y queremos ser como él y no como Jesús.

En muchas reuniones se escucha muy a menudo la frase: “Tú puedes hacerlo, tú puedes tenerlo, tú puedes conquistar, así como Josué, así como Abraham, así como Rut, así como yo”.

En algunas prédicas Dios o Jesús aparecen como espectadores, o como colaboradores del hombre, como la ayuda especial, y a veces son nombrados sólo al final del mensaje. Mucha gente, hoy sale de la iglesia, glorificando a los hombres de Dios, antes que a Dios. El mundo está acostumbrado a eso.

Los jóvenes asisten a los conciertos, no para alabar y adorar a Jesús, sino a sus ídolos favoritos, quienes cantan “de” Jesús. No pagan sus entradas para estar con Dios, sino con su cantante o grupo favorito, y pasar un buen rato con los amigos. Es pura diversión cristiana, pero buena, sin vicios.

Lo bueno ha llegado a ser sinónimo de estar bien con Dios (Lucas 18:19) Buena vida, buena salud, buena familia, buena profesión, buenos ingresos, buena apariencia, buenos amigos, buena suerte, buen auto, etc. Todo es de Dios.

¿Y, qué hacen los líderes de una iglesia cuando van a organizar un congreso y esperan tener éxito? Lo primero que hacen es invitar a un predicador famoso, o a varios, luego elegir un tema atractivo y promocionar él o los nombres. Anunciar sólo a Jesús puede no garantizar el éxito de tal empresa. Lo irónico es que a veces funciona mejor si no se lo nombra. 

En el mundo es natural dar la gloria a los hombres ¿Pero, también en la iglesia de Jesucristo? ¿A qué iglesia asisten hoy los cristianos? A la iglesia del pastor XXX. Los líderes son miembros del ministerio de los pastores NNN (Juan 5:44).

EL MUNDO Y LA IGLESIA TIENEN UN MISMO OBJETIVO

El llamado al ministerio ya no significa “separación del mundo” y una vida consagrada solo para servir a Dios (2Timoteo 2:4).

El llamado divino, ahora se asemeja más a seguir una carrera universitaria, para lograr una profesión que permita lograr sueños y metas personales. Así como un estudiante de la carrera de periodismo soñaría con trabajar en la cadena CNN de noticias y ser famoso.

Posiblemente muchos han entrado al ministerio y están estudiando teología, porque sueñan con tener una gran iglesia y llegar a ser famosos como Benny Hinn, Cyndy Jacobs, Marcos Witt, por citar a algunos.

Desean poseer la misma unción, pero también su fama y riquezas. El apóstol Pablo dijo: “Sed imitadores de mi, así como yo de Cristo” (1Cor. 11:1).

Si usted escucha con discernimiento los mensajes de ciertos predicadores muy reconocidos, podrá entender, la sutil, pero evidente asociación entre la palabra de Dios y el espíritu de este mundo.

Estas son algunas características que veo en esos mensajes:

1)      Énfasis en los métodos y estrategias para mejorar la calidad de vida.

2)      Énfasis en las recompensas terrenales de Dios.

3)      Asociación exclusiva del éxito personal y el desarrollo de los dones espirituales con la madurez espiritual y el favor de Dios.

4)      Manipulación de las Escrituras usándolas fuera del contexto y manipulación de las emociones; “Dios me dijo”; el Espíritu Santo me está diciendo”.

5)      Show, espectáculo y diversión como parte del atractivo de los cultos.

6)      Poca alusión al pecado, a la negación del yo y a la separación del mundo.

7)      Los mensajes mezclados con otras doctrinas, como el pensamiento positivo, la metafísica, la psicología y el hedonismo, entre otras.

8)      El espíritu de competencia y búsqueda de la glorificación del hombre.

Ahora, estamos ante la penosa realidad de que toda una generación se ha levantado con este espíritu en las iglesias de todo el mundo y es obvio que no se va a detener. La iglesia ama el mundo y las cosas que están en el mundo, y el mundo acepta a esta iglesia, a la de abajo, no a la de arriba (Gálatas 4:25-31).

Pero ¿Qué hacemos nosotros a quienes el Espíritu Santo nos ha mostrado todas estas cosas? (1Pedro 5:13).

DIVERSION O GOZO

¿Qué Espíritu Anima Hoy A La Iglesia?

“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc 3:17-18).

En la iglesia es muy común oír sobre el gozo del Señor del que se llenan en algunas reuniones los creyentes. La mayoría de las veces este gozo se manifiesta durante la alabanza o adoración, también cuando el ministro ora para que el espíritu de gozo llene a determinada persona, o a todos los presentes.

Las manifestaciones de gozo han venido a ser parte imprescindible de algunos ministerios, o de reuniones masivas, congresos proféticos y de jóvenes. Este gozo también es considerado como el corolario de una exitosa ministración con el poder del Espíritu Santo.

También, el gozo, es juzgado por muchos como el sello de aprobación de Dios para su ministro, para la iglesia, o para los organizadores de un determinado evento espiritual. Muchas veces los líderes de alabanza hasta exigen al pueblo a que se gocen, gritando, saltando y riendo.

Pero, ¿qué es realmente el gozo del Señor?  

¿Es reírse hasta que no queden fuerzas? ¿Es saltar, gritar y llorar descontroladamente, en medio del mover del Espíritu Santo? ¿Es diversión y borrachera que algunos reciben, cuando se está orando?

Yo mismo he orado “¡Recibe el espíritu de gozo!” y en varias oportunidades algunas personas comenzaron a reírse descontroladamente, otras se revolcaron en el piso, en ocasiones por bastante tiempo, y otras caían en un éxtasis de paz prolongado.

Lo curioso es que ese gozo que recibían en ese instante, no duraba mucho, pues algunas horas después, o al día siguiente, casi todos estaban otra vez tan vacíos como antes, llenos de tristeza, depresión, o amargura ¡Necesitaban otra dosis! Hasta algunos se volvieron adictos, y siempre venían por más.

¿Es el gozo del Señor pasar de un estado de normalidad, de control emocional, a un repentino estado de euforia, de descontrol físico o de éxtasis pasajero, para sanar momentáneamente la depresión, o quitar toda tristeza y angustia?

No estoy negando los dones, ni el hecho de que el Espíritu Santo se mueve y actúa como quiere y cuando quiere ¿Pero, cuál sería el propósito del Señor, que solo quiera tocar a las personas, proporcionándoles un alivio pasajero, o una alegría momentánea, y luego vuelvan a las mismas condiciones de antes?

¿Estas manifestaciones emocionales, son todas las veces atribuibles a la presencia del Espíritu Santo? ¿O, si bien pueden ser parte de su obra, es todo lo que representa el gozo del Señor? Evidentemente es mucho más que eso.

EL GOZO ES UN ESTADO ESPIRITUAL MAS QUE EMOCIONAL

El gozo es un estado interno, es una profunda satisfacción interior, que no siempre está relacionado a un estímulo externo, ni mucho menos a la gratificación de los sentidos. Es una alegría calmada independiente de factores externos.

Tanto es así que el gozo se puede mantener aún pasando por una situación difícil, en medio de una gran escases, de una enfermedad, o de peligro (2Corintios 7:4) “…sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones”.

Pablo, superabundaba, excedía de gozo en medio de grandes conflictos y temores que estaba pasando. En ninguna manera este gozo podría estar relacionado con algo emocional, o más aún, terrenal.

(2Corintios 8:1-2) La iglesia de Macedonia también dio testimonio de este gozo abundante, en medio de una cruel persecución que les había dejado en una profunda pobreza material. Aún en esa situación ellos rogaron para seguir dando generosamente para la obra.

Sorprendentemente, Santiago también nos invita y anima a llenarnos de extremo gozo, cuando estemos pasando por diferentes pruebas (Santiago 1:2) Tengo que decir que nunca he visto personalmente a nadie experimentando este gozo sobrenatural, salvo en algunas personas que estaban muriendo.

¡Pero, este es el gozo que debe llegar a experimentar toda la iglesia! Porque ya son tantos los cristianos se han apartado del Señor justamente por causa de las tribulaciones.

Necesitamos recibir este gozo, primero nosotros, los pastores, para luego ministrarlo a la iglesia ¡Cuántos problemas, dejarían de ser problemas!; ¡Cuántas heridas se sanarían!; ¡Cuánta fortaleza recibirían todos los atribulados!; ¡Y cuánto crecimiento espiritual experimentaríamos! (2Pedro 4:12-13).

¡Oh, qué extraordinario debe haber sido el gozo que experimentó Esteban en (Hechos 7:55-56); el que también tuvieron Pablo y Silas en la cárcel de Filipos, cuando estaban orando y cantando en el fondo de la cárcel, con sus pies en el cepo, y sus espaldas llenas de llagas por los azotes recibidos (Hechos 16:23-25). Y aún más extraordinario debe haber sido el gozo de Jesús ante la cruz (Hebreos 12:2).

Este gozo es la respuesta al desánimo, a la depresión, la tristeza y todo sufrimiento en la iglesia de Jesucristo ¡Aleluya! El gozo del Señor produce madurez espiritual en medio de las pruebas.

HAY UNA IGLESIA QUE CAMBIO EL GOZO POR LA DIVERSION

Diversión, según el diccionario español significa: “Recreo, pasatiempo, solaz”, pero también algo muy llamativo, es “acción de divertir al enemigo”.

Pero todavía más llamativo es el significado de la palabra divertir, que quiere decir “apartar, desviar, alejar, entretener, recrear”.

Sansón sirvió precisamente de diversión a los enemigos de Israel en (Jueces 16:25) También los cristianos sirvieron de diversión a los romanos, en tiempos de la persecución, cuando eran lanzados a los leones en los coliseos, o eran crucificados y quemados como antorchas vivas.

La muerte de Jesús también fue un espectáculo público ante los romanos y todos los judíos que gritaban “¡Crucifícale, crucifícale!” (Lucas 23:21). Ellos estaban con ganas de divertirse viendo este horrible espectáculo (V.48).

Pienso que la diversión también es una forma de maldad (Proverbios 10:23) La búsqueda de la sabiduría tendría que ser lo que recrea o entretiene a los cristianos.

Sin embargo, hoy vemos un gran esfuerzo de los líderes de las iglesias en crear formas de diversión para la gente, antes o durante los cultos.

Así como también se han creado programas radiales y televisivos que usan el entretenimiento y la recreación como medios para evangelizar y hasta instruir a los creyentes.

Hacer chistes y burlas de hombres y mujeres de la Biblia hoy es una costumbre aceptada sin problemas, y hasta lo piden. La mayoría de los predicadores ahora incluyen chistes en sus mensajes, para que la gente no se aburra y hay pastores campeones en divertir a la iglesia.

El mezclar los mensajes bíblicos con chistes divertidos, u otras formas de entretenimiento ¿no apartan, desvían, y alejan más bien a los oyentes del verdadero propósito de Dios para sus vidas?

Ahora, no estoy en contra de que podamos compartir algo gracioso durante la ministración de la Palabra, pero si me parece preocupante buscar la diversión, en forma premeditada usándola como un medio para agradar y ganarse al público.

Digo esto porque he podido comprobar en más de una ocasión, que algunos hermanos, al término de un servicio, podían recordar claramente el chiste que contó el pastor, pero les costaba acordarse del propósito del mensaje.

Entonces ¿Puede la diversión, el entretenimiento, equipararse al gozo del Señor? ¿No se está confundiendo a la iglesia, al mezclar el deleite de los sentidos con el gozo interior que sólo puede producir en el cristiano la presencia del Espíritu Santo?

¿No les parece algo muy llamativo que las únicas dos veces que la Biblia menciona las palabras diversión y divertir, se refieren en ambas ocasiones a algo malo? Aún la palabra espectáculo está asociada en las Escrituras con sufrimientos y maltratos (Lucas 23:48; 1Corintios 4:9; Hebreos 10:33).

LA IGLESIA MODERNA ES UN ESPECTACULO PARA EL MUNDO

Las Mega Iglesias de este tiempo están llenas de show, de una gran variedad de fantasía, fastuosidad y de un extraordinario despliegue de tecnología en luces, sonido y comunicaciones. Se está pareciendo cada vez más a los grandes espectáculos de Hollywood o similares.

¿Por qué la iglesia se ha casado con la diversión y el espectáculo? Para atraer a las multitudes del mundo, para que no sientan la diferencia del ambiente al que están acostumbrados. Del espectáculo y la diversión que disfrutaban en los grandes hoteles, restaurantes y teatros, al espectáculo religioso más grande de los últimos tiempos. Jesús es hoy una Superestrella.

Miles de jóvenes “cristianos” llenan estadios casi tan a menudo como los jóvenes del mundo, que asisten a los conciertos de rock para ver a sus ídolos y delirar en medio de un éxtasis producido por la música, el alcohol, las drogas y el sexo.

Pero en un concierto cristiano, no hay nada de alcohol, de drogas, ni de sexo. Todos se reúnen para alabar cantando y gritando, el Nombre de Jesús, para ver a sus ídolos de la música cristiana, coleccionar autógrafos, comprar discos y “divertirse” sanamente.

Ahora también, las iglesias pequeñas deben entrar en la onda de la diversión para tratar de retener a sus jóvenes, deben intentar que no se aburran dándoles solo la Palabra de Dios, tienen que idear programas divertidos, o se les van a ir a otra iglesia más grande.

EL ESPECTACULO DEBE CONTINUAR

El acelerado crecimiento de las grandes iglesias en varios países, ha provocado una separación muy grande de las otras iglesias más pequeñas, y con muchos menos recursos. Como las diferencias entre un país de primer mundo y otro tercermundista. 

En los últimos tiempos, para minimizar estas diferencias se han ideado los famosos métodos de Iglecrecimiento, que cualquier iglesia puede adoptarlos y crecer hasta convertirse en una mega iglesia. 

También entre otras opciones grandes ministerios han ofrecido a otras iglesias más pequeñas la posibilidad de anexarlas, o fusionarlas, formando una especie de corporación, a cambio de recursos y tecnología, para que sigan creciendo, pero con la condición de trabajar exclusivamente bajo la cobertura y autoridad de aquellas.

Es común ver en estos últimos tiempos la realización de grandes Congresos que organizan varias iglesias, que operan bajo la cobertura de una mega iglesia que puede ser del mismo país o de otro.

Sin excepción, todos los grandes Congresos incluyen un gran despliegue técnico y humano, con millonarias inversiones en infraestructura y cientos, o hasta a veces miles de voluntarios adiestrados para ayudar en estos mega eventos.

Ahora, lo interesante es la similitud que tienen con la organización de cualquier evento de gran magnitud que se realiza en el mundo, sean estos eventos musicales, deportivos, culturales o políticos.

Estas similitudes tienen que ver también con la necesaria inclusión de espectáculos, teatro, videos, luces, música y hasta fuegos pirotécnicos. Y el número especial es el predicador junto con los músicos del momento. Jesús es también parte del show de estrellas.

Todo Congreso espiritual que hoy se realiza, en cualquier parte del mundo incluye show, espectáculo y fiesta. Las agencias de viajes que ya promocionan estos grandes eventos, también ofrecen paseos turísticos, restaurantes, hoteles y lugares de diversión como parte del paquete.

Sin lugar a dudas la diversión y el espectáculo han traído un gran crecimiento en números a la iglesia, que seguramente seguirá, todavía por mucho tiempo. Mucha gente del mundo asistirá a los eventos, a los Congresos y Seminarios,  y encontrará  solaz, esparcimiento, recreación y buena enseñanza bíblica. Estoy seguro que saldrán contentos y darán testimonio de eso.

Mi pregunta es: ¿Podrán el entretenimiento y la diversión mezclados con la enseñanza bíblica sostener y ayudar a estas multitudes en el día malo? ¿Podrán el show y el espectáculo que forman el plato de entrada antes de cada ministración de la Palabra, salvar a los miles que hoy llenan las grandes iglesias, cuando los tiempos de tribulación, angustia y temor lleguen a sus vidas?

 

¿A dónde irán, a quién acudirán si no tienen, si nunca han recibido el verdadero gozo que solo viene de Dios?

 

“Cesó el gozo de nuestro corazón; nuestra danza se cambió en luto”  (Lamentaciones 5:15).